sábado, 11 de febrero de 2017

CORREDOR



   Como en las psicofonías: puedes imaginarte lo que quieras escuchar. No es sino una copia velada.

   Ha sido una de esas semanas "guapas". He perdido la cuenta de las horas que he trabajado entre el miércoles y el jueves de más...Las copias de la máquina de impresión han estado rebeldes y los atascos han estado a la orden del día. Entre pruebas y pruebas con el técnico, tirando producción en un intento de averiguar la dolencia de la printer, la luz se coló por donde no debía y dió a luz (nunca mejor dicho...ya me llevo tarjeta roja por el chistaco del día), esta imagen fantasmal.

   Una salida y una mano posicionada para él:

   "Preparados, listos...¡YA!"

   ¿No la ves? ¿En serio? Agudiza tus ojos. La mano está ahí sí o sí, aunque difícil de ver, está.

   Tú imagina lo que quieras, pero el espíritu de un corredor en la línea de salida, que se tropezó con sus cordones y murió de traumatismo craneoencefálico.

   ¿Escalofriante, verdad?

jueves, 2 de febrero de 2017

EL OBJETIVO INCOMPRENDIDO


   El otro día hablando con una fotógrafa salió el tema del 18-55 mm. ¿Todos (o casi todos) hemos tocado este objetivo en nuestros inicios, no?

   Conforme vas comprando nuevas ópticas y descubriendo qué tipo de fotografía te llama más, vas dejando de lado al pequeño 18-55 mm. Se le atribuyen nombres como "el pisapapeles". Es injusto. Es cierto que a día de hoy yo no trabajo con él. Hay otros objetivos que me dan más margen, pero nunca hablaré mal del objetivo con el que he crecido como fotógrafo.

   ¿Por qué le defiendo tanto?

1) Me ha enseñado a enfocar.

2) Aprendí la técnica de zooming.

3) Me enseñó su alta resistencia a las caídas de altura.

4) Me hizo sentir orgulloso al llevar un filtro UV marca china. Me daba "más nivel".

5) Junto a mi reciente difunto flash, flasheamos juntos a algun compañero.

6) Perdí mi primera tapa.
7) Hizo las veces de modelo.

8) Me fastidió mi primera foto con un flare...

9) ...o me la salvó.

10) Me hizo saber lo que NO era un objetivo luminoso.

11) Conocí el significado de punto dulce.

12) Intenté mi primer macro...y me maravillé por una caquita de foto.

13) Hice el tonto al intentar hacer un retrato con la tapa puesta.

14) Limpié de la lente gotas de agua de una lluvia espontánea, preocupado por su funcionalidad.

15) Me hizo conocer lo que era la profundidad de campo, uno de los primeros ladrillos sobre los que fundamento mi estilo fotográfico.

16) Es el el maestro Mutenroy de mis objetivos: me demostró no ser un objetivo perfecto, no tener la mejor calidad ni la mejor nitídez, pero que estas cualidades no son nada si no se dispara con el corazón.

   En resumen: hizo mejorar mi "ojo fotográfico".

   Nunca podré hablar mal de un objetivo que me ha enseñado tanto, aunque descanse apaciblemente en su fundita, disfrutando de su retiro.