martes, 29 de noviembre de 2016

NOCHES Y NOCHES


   La noche y su delicadeza.



   Embriagadora sin duda, me acaba de dar la mano para atraparme en su locura. Con una gran red, bien tejida, viene de compañera. Y aquí me encuentro buscando y rebuscando algo en ella que yo mismo desconozco. Por miedo a pensar, a perder 5 minutos en saber a qué llamar meta.


   Costó decidirme por la cámara. Me pesó tomar la decisión en su momento. Y ahora me siento como una lente que se ha estrellado contra el suelo. Comenzándose a agrietar y buscando el  valor para ver la realidad, para dejar de susurrárselo al oído y tomar aire para gritarlo fuertemente. Para dejarse de mentiras. De poder diferenciar la pasión del hobby, de la obligación a la dedicación. No para vivir de ello, si no para disfrutar de cada disparo.



   Y es algo tan difícil de hacer cuando cada sesión ha de afinarse bajo una perfección impoluta. Es ahí cuando te das cuenta de que cada moneda de tu bolsillo, ha sido conseguida trabajando a base de violar tu vida.



   La noche y su desgraciada delicadeza. Que no vuelva más por unas semanas.

domingo, 13 de noviembre de 2016

LUZ APAGADA



   Inmersos en una sociedad de cabizbajos que a pesar de sus miradas gachas, ya no engañan a nadie. No se observan los pies y ni mucho menos los tuyos o los míos: su tablet o su móvil son los protagonistas indiscutibles de su atención. Más que esa persona, su pareja, que les acompaña. Más que nosotros y a veces, incluso más que a ellos mismos. 

   En unas palabras que se han metamorfoseado hasta 3 veces, sin ningún mensaje positivo. Han ido perdiendo cada vez más fuerza. Ayer y hoy, ahogados entre una lluvia que no durará eternamente, pero que nos ha llegado a calar hasta los huesos.

MI MEMORIA GOTEA




    La palangana de agua es demasiado pequeña para lo que quiero, ¿pero da igual, no? ¡Son pruebas, es la primera vez que lo hago!

   Dejo el recipiente lleno de agua en la mesa del salón.

   Coloco la cámara en su trípode y enfoco.

   Coloco el flash y  pruebo que sincronice. Guay, se han agotado las pilas. Las cambio. Sincroniza.

   Voy a la cocina a por una botella para agujerear su tapón. Cojo un cuchillo. Casi me lo clavo. Rajo el tapón en vez de agujerearlo. Paso...me vale cualquier cosa.

   Voy a la cocina...mi gato Iron está junto a la palangana con los bigotes empapados. Está bebiéndose el agua. Yo = Poker Face.

   Mi gato se coloca estrategicamente en la mesa para observarlo todo mientras se relame.

   Mierda...no tengo disparador... Agarro la botella mientras disparo la cámara. Mi cuerpo está en posición ortopédica.

   Me sale un mensaje de: " Memoria de tarjeta  llena". Lloro.

   Reviso las fotos en la cámara.

   Resumen del shooting: 

Composición pésima. 

Enfoque...mmmm..psché.

   Ganas de morir. Mesa mojada. Fotos mierders.

   Reclusión en batcueva hasta nuevo aviso.

   Llorar.

RUINAS


                         
   La lluvia mañanera parecía que nos iba a dar guerra y que tendríamos que cancelar la sesión de fotos. A pesar de ello,se quedó en compañia de Madrid. El viaje en coche fue muy llevadero: la niebla inundaba el paisaje y no dejó escapar un aparente choque frontal en la carretera entre dos coches. Policías, bomberos, un desastre.


  Explorar las casas fue un verdadero gozo. No hubo "eggs" a bajar escaleras abajo a lo que parecía el sótano de uno de estos ruinosos inmuebles. Yo me atreví a bajar el que más, pero ese pasillo...ese pasillo que no dejaba ver lo que escondía en su giro esquinado... Retorné y me volví con el equipo.


Y otro reflector perdido...ya van 2 en lo que va de año... Divertidísimo. Es difícil explicar con palabras el encanto que desprenden estos sitios abandonados. Una experiencia que repetiremos, ¡queda dicho Y un magnífico trabajo de Celia , aguantando frío y lluvia como la mejor. ¡Única!