jueves, 31 de diciembre de 2015

DE LOS BESOS QUE TE DEBO



   De los besos que te debo, el primero.

   De las luces de Madrid que se proyectan desde un cuarto piso, desdibujadas, a través de tu ventana. Protegidos del frío, del ruido de la ciudad. Ha sido la mejor noche para huir de ellos.

   De tu perfume que se hace okupa en mis manos y permanecerá en ellas tiempo, para cada vez que acuda a ti cuando no estés. Buscándote en esencia sobre ellas, con tu olor en mi ropa y en las manos.

   De ese primer contacto de mis labios con tu piel. Desde la punta de tus dedos oteando hacia arriba y subiendo poco a poco, con paciencia, atendiendo a cada detalle y movimiento que nace de tus tobillos a tus piernas...y a través de ellas.

   De cada pequeño rincón besado. De un sutil giro para no olvidar resquicio alguno en la escalada hacia tu espalda, en los espacios olvidados a menudo en ella. 

   De cada esquiva que hago en el lienzo dibujado entre tatuajes. Un camino improvisado entre caricias y besos a la par. Con tu respiración haciéndose intensa a cada segundo que corre.

   De los hombros sobre los que cargamos el peso de nuestra vida, con mis labios beso a beso en ellos mientras mis manos vuelven loco tu ombligo. No sabes lo que te pierde más hasta que suben haciendo surcos hasta tu pecho.

   De las puntas teñidas de tu pelo que me hacen cosquillas en la cara y sin mediar palabra alguna.

   De tu cuello violado por mis besos hasta llegar a tus labios.

   Del primer beso de tres que te debo que ahora se congela en el vaho de la ventana.

   De tus labios rojos que permanecerán inmortales en esta fría noche.

lunes, 28 de diciembre de 2015

HADA MÁGICA




     Año dos mil quince.

    Lo escribo con letra para intentar darle más valor del que tiene realmente para mí. Y la foto no es la mejor, ni mucho menos. Nada más que una excusa intentando justificar la mediocridad de las fotos de este año. Sí, ése es mi balance: mediocridad fotográfica.

   Las hadas son caprichosas según ciertos escritos. Relacionadas con la naturaleza a veces son representadas como inocentes y otras tantas como perversas. Pocas veces con un carácter maligno como tal, con capacidad de hacer daño a propósito, no...es más bien un comportamiento travieso. Así ha sido este año: caprichoso...temperamental. Le saludaré gustosamente con la mano mientras se marcha con la última campanada. Espero no atragantarme...

   Pero no me centraré sólo en lo negativo. Las pérdidas han traído muchas cosas buenas y se ha aprendido en lo único que ahora mismo me llena: la fotografía. Cierto es que no ha sido un año muy fotero debido a la gran cantidad de "peros" que se han dado en el camino, pero sería injusto no recalcar la cantidad de caras nuevas delante y detrás de la cámara. Los amigos y las experiencias vividas que no fueron pocas. Y una cuesta arriba impresionante hacia el final del año. Hemos llegado, echando por la boca lo poco que quedaba del corazón, sin aliento...Pero hemos llegado.

   Ser autocrítico no es plato de buen justo, a veces...bueno, al menos para mí. En este momento, eché la vista atrás a todas las fotos que creía que tenían "algo" que mostrar, que eran importantes para mí y no pude sino mostrar una mueca de las mismas. Sólo salvé unas pocas. Dicen que eso es parte del "crecimiento como fotógrafo". Ver que muchas de las fotos que hiciste en algún momento no te gustan o que las harías de otro modo pasado tiempo pero a estas alturas no estoy tan seguro...¿Hacerlas de otro modo, dices? Si no siento que haya aprendido mucho en todo ese tiempo, ¿cómo las voy a hacer considerablemente diferentes las unas de las otras? ...Realmente me siento disconforme con lo que hecho. Con lo que hago. Es una tortura, ¿lo sabes, no? Supongo que sí...que a ti también te pasa. Es una mierda. A big...big mierda...

   Hemos preparado ya las armas para el dos mil dieciséis. Esta vez no habrá deseos y propósitos de Año Nuevo quemados en un papel. No.

   Que los hados jueguen con la suerte. Caprichosos son.

martes, 13 de octubre de 2015

FINAL DEL TÚNEL

   

   No sabe que sonido suena más fuerte: si las gotas que caen frente a sus deportivas o el eco de éstas al estrellarse en el suelo. "Plic, plic": caen en esa tubería cerrada, con un solo camino a seguir. Abruptamente, como queriendo abrir un túnel a sus pies tras cada caída, en un goteo que se pierde en el eco. Al pasar bajo la grieta del techo, puede sentir como dos o tres gotas le mojan el brazo y se deslizan hacia las puntas de sus dedos.

  Camina sin mirar atrás. Fácil sería hacerlo, pero da pavor encontrarse con los fantasmas pasados ahora que están olvidados y tan lejos de lo que una vez fueron. Sigue la luz que se abre ante sus ojos con la respiración entrecortada, parándose cada ciertos pasos atento a ese ruido que lo acecha a sus espaldas y que intenta congelarle en medio del camino.

   El final del túnel está cerca, casi lo toca con la punta de los dedos. Y esa respiración nauseabunda en su nuca sirve para avisarle que aún le persigue y que ya casi lo alcanza. Al final del túnel...al final de él...no hay sino una luz presa entre barrotes, opuesta a cualquier escapatoria.


martes, 15 de septiembre de 2015

LA ÚLTIMA FOTO QUE TOMARÉ



   ¿Los títulos de las fotografías? Forzados: no me gusta ponerlos. Nada, además. ¿Pero tú? Sí, tú. ¿Serías algo sin nombre? Sí, bueno, claro que lo serías, pero es lo mínimo a lo que puedes llamar "propio". Un nombre con el que se te identifique. Aunque sea repetido hasta la saciedad, aunque sea corto, largo, común, extraño, difícil de escribir o no, compuesto o simple...es tuyo al fin y al cabo.

   "La última foto que tomaré". Sí, lo sé, menudo título para una fotografía...¿no es lo que la gente se suele preguntar a lo largo de su vida haciendo fotos, verdad? ¿Cual será la última fotografía que tomaré antes de morir?

   Haciendo memoria podemos recordar las primeras fotos que hicimos. Al menos, yo puedo. No la primera como tal, de pequeño, al suelo de la calle o al perro que tenías como mascota y el cual solo aparecía por una parte de la fotografía, cortado, flasheado o con los ojos entrecerrados, no... Me refiero a mi primera foto "importante". Como ese primer ladrillo de la casa, la que forma parte de los cimientos. Situado en una colina, no aproveché el teleobjetivo nada más que para dirigirlo hacia abajo a hacer fotos a una persona que iba subiendo por el cerro. Una foto movida y a decir verdad, no saqué ni una foto buena de la sesión. Fue vergonzoso y frustrante. Aún hoy lo sigue siendo.

   Pero el título de la foto no es sinónimo de miedo hacia lo que seré o lo que me convertiré el día de mañana. Ni de si mis fotos serán de una manera o serán distintas a lo que hoy hago: es más complicado que todo eso. En mi cabeza esta idea viaja sola sin parada fija, transbordando unos días sí y otros no, y es así, que ni siquiera sé como explicártelo.

   "La última foto que tomaré" no hace un llamamiento a eso que crees que necesitas. No es ese "objetivo" del que careces y que no encuentras o que no te llega, que buscas tan desesperadamente o te agobia porque ellos te dicen que sus vidas sí tienen sentido mientras la tuya está perdida en ningún lado. Tranquilo, ya te lo digo. ¿Ellos son felices? ¡¡Genial!! ¡Pero, eh! Te contaré un secreto: algunas vidas, quizás la tuya, se resuma en que nunca, jamás de los jamases, pares de bailar. ¿Aunque se acabe la música? ¡Sobre todo si la música se acaba!

   ¿Porque sabes qué? Hay algo más, algo que no te habían contando: no tienes que ser feliz.

   :)

martes, 1 de septiembre de 2015

ENVIDIA BAJO EL SOL



   El sol luce hoy amarillo de envidia, tintando todo el cielo con su amargura. No alcanza a comprender que tras un día de tormenta, apagado por las nubes y emborronado por la lluvia y la arena que el viento movió, no se le da espacio como protagonista. 

   "Los edificios no son muy altos. ¿Por qué se atreven a tapar mis rayos?"

    Piensa y repiensa, y con cada pensamiento se envenena más: 

   "¿Qué tienen? ¿Altura? Sí, pero no la suficiente. ¿Un peinado de tejas? ¿Quién las necesita?"


   Y poco a poco se va dando cuenta que va cayendo y que el horizonte se engancha con sus brazos a él llevándolo hacia abajo. Estaba tan concentrado en buscarle la vuelta al robo de su momento, que no se centró en contemplar lo bueno, aunque poco, que tenemos. Los edificios... y nosotros, claro. Algo bueno tenemos que tener, ¿no?

   Mientras el sol ya piensa en que mañana será otro día con su cabeza ya cansada de las protestas, no habrás reparado en que el edificio enorme frente al pequeño ansía ser bajito como su compañero, puesto que los rayos del sol le ciegan a él durante más tiempo que a otro cualquiera.

   Un mundo loco, ¿no crees? Buscando siempre el argumento perfecto para un mundo imperfecto.

viernes, 28 de agosto de 2015

CAMINO DESDIBUJADO



   Tú dirías que es una luz, pero  dejó de parecérmelo hace ya tiempo. Ya no muestra un camino...antes tampoco lo hizo, pensándolo bien. Vaga ilusión, tu sutil mentira camuflada  que ya no es absolutamente nada. Una mentira de todo lo que promulgabas, de lo que prometías. En su lugar, un camino desdibujado hacia una  pérdida segura.

   ¿Y a que seguirás? ¿Al cuadrado, al puntito, a la línea o a ti mismo? Yo ya me salí del camino trazado hace tiempo.

lunes, 24 de agosto de 2015

LAS POMPITAS


   Acerca de los sueños rotos y de los que están por cumplirse.

   De todas esas fotos "quebrándose" delante nuestro,  en ese momento. De todo aquello que no salió bien y de no saber qué hacer cuando las sonrisas, los gestos y esa pose tampoco funcionan. Posiblemente de eso nos reíamos.

   Ya el primer globo que echó a volar fue desviado con tu mano. Lo golpeaste con fuerza en un puro reflejo del niño que llevamos dentro. La risa continuada al saber que la foto no había salido no hicieron sino vaticinar el desastre que venía.

   Emular los Tres Monos Sabios tampoco fue buen idea y recurrimos al plan maestro: las pompas de jabón. Soplar tampoco fue la solución, pues entre las risas y la falta de destreza, contadas fueran las fotos salvables. El ventilador nos ayudó bastante y nunca antes me vi disparando con la cámara en una mano y haciendo pompitas con la otra, sin niguna mano libre. Me lo pusiste difícil, muy difícil, pero bien mereció la pena.



   ¿Qué tendrán las pompitas que nos pueden? Soplarlas a través del aro ya es una gozada e independientemente de la edad, nos quedamos embobados mientras flotan en el aire. Nos cautivan sus colores, su olor limpio a jabón...son mágicas. ¿Y romperlas con el dedo? Cuanto más cerca de la cara y cuanto más salpiquen haciéndonos notar su frescor, mejor. Únicas, capaces de atraer toda nuestra atención. Pero efímeras.

   Y en cada pompita, un deseo. La pregunta es cual se romperá primero.

sábado, 22 de agosto de 2015

TORMENTA DE AYER




   Anoche no dormí en mi habitación.

   La tormenta se había estado acercando tímidamente, cada vez con más relámpagos atrevidos, dispuestos a arrancar el sueño. Cogí la almohada y me dirigí al sofá del salón. Con la ventana abierta de par en par y esta vez sí: con una camisa como refuerzo a ese aire  que se colaba por la ventana sin haber sido invitado. Me estiré todo lo que pude hasta que mis pies sobrepasaron el largo del sofá, no es de los grandes. Miraba a la ventana, embaucado por la luz de los rayos que en más de una ocasión iluminaron el cielo.
   La curiosidad me pudo en uno de los momentos en los que vi uno quebrar el cielo. Me levanté y me apoyé en la ventana, encima del sofá, esperando ver otro envidioso contornearse de la misma manera entre las nubes oscuras. El trueno que lo acompañaba no tardó en hacerse presente haciendo temblar los cristales de las ventanas. Observé como en algunas casas de los edificios vecinos se encendían las luces, con sus dulces sueños atropellados. Al cabo de un rato se volvían a apagar. Logré ver una cabecita asomarse fugazmente ante el atropello de la lluvia.
   Ahhhh,la lluvia: se hizo de rogar, como siempre. Me preguntaba como sería oírla caer esta vez, tan lejos del suelo. Olvidaba lo que había sido vivir tan arriba, nunca me gusto tener los pies en el suelo y ahora no podía estar mejor. Y es que tiene algo que las gotas no lleguen al suelo de la calle, mira: inmolarse contra la ventana con la esperanza de llamar tu atención y que salgas a ver  el espectáculo que afuera acontece.
  Y fue apagándose. Tronando algo más débil, iluminándose cada vez menos. Me reincorporé en el sofá. Mi idea de no dormir en la cama se mantendría inamovible esa noche. Cada  vez más se oían los neumáticos de algún valiente coche a través de la calzada, violando los charcos del suelo por la mitad. Y las gotas....ahora prácticamente inexistentes. Durmiéndome, otro coche levantando agua y un trueno a lo lejos despidiéndose. Abrí los ojos para verlo una vez mas: un rayo blanco desfigurando las nubes. Respiré el frescor del aire, cómplice de la tormenta, esperando su último suspiro.

miércoles, 19 de agosto de 2015

PEQUEÑOS PAISAJES OSCUROS




   Un amigo me dijo hace ya tiempo que un buen ejercicio creativo pasaba por aprovechar nuestros estados anímicos en las fotos  que hacíamos. Viendo como la alegría o por contraposición, la tristeza, ¡que demonios! ¡Cualquier otro sentimiento! ¿Cómo se pueden "dibujar" en aquello que capturamos?

   Los contraluces han estado ganando por goleada imponiéndose a cualquier otro método. El mismo paisaje: empiezo a pensar que es algo psicológico, grave. Aunque por otro lado no ha habido muchas oportunidades de desplazarse a otros lugares. La salida de atrás se ha frecuentado mucho y ha dado alguna alegría en estos meses perdidos.

   Las fotos se han convertido en "pequeños paisajes oscuros". Y entre todos, son los azules y rojos, los que más me confunden. Me ponen en la tesitura de sacar la cámara o solamente verlos pasar ignorando la magia del momento eclipsándose, en algo que no se volverá a dar de la misma forma.

   Y así, entre una orgía de rojos, azules, negros y blancos acontece un día más, que intenta llegar a tiempo.

domingo, 16 de agosto de 2015

UN 50 MM, EL CAFÉ Y TUS CINCOS MINUTOS




   Mola improvisar las sesiones. 

   Aún así, prefiero tener una idea de por donde me moveré y un esquema en mi cabeza del tipo de fotografía que haré. En base a eso: improvisación. También hay momentos y temporadas más "foteras" que otras, donde podemos hacer o muy buenas fotografías o tener esa frustrante sensación de "foto gemela igual a todas las demás que hago".

   Lo de este día fue un robo a mano armada: reconozcámoslo. Con medio Kinder Bueno metido en la boca, 5 minutos para hacer una foto y un café esperando en la barra, sólo pude decir "Eh, ¿estás más morena, no?" Y todo bajo la atenta mirada de  un 50 mm que se marchita poco a poco, volviéndose viejo con cada día que pasa.

   Sí: el foco en esta foto está de vacaciones, pero es  pleno agosto al fin y al cabo, ¿verdad?  Me da igual, la foto me encantó como retrato. Pero sí, el foco por las nubes.

   Al menos tú ganaste tu café y yo una buena foto.

miércoles, 12 de agosto de 2015

EL OSITO TEDDY EN VACACIONES




   Día 12

"La cordura sigue en mi cabeza. El calor, la falta de clientes y de trabajo no me han vencido aún"

   Pocos amigos hay tan leales como él. Le conozco desde hace más de 9 años y nunca le ha faltado su sonrisa. En los días como hoy nunca ha dicho un "no" a unas pruebas de iluminación o una sesión de fotos sin sentido. Nunca se ha quejado de encontrarse decaído, de haber sido babeado por un bebé demasiado por un día , de si la ropa que llevaba no era la adecuada o de si no estaba maquillado o peinado.

   Llevamos 12 días doblando en la tienda seguidos y más trabajados. Pleno agosto. Agotador. ¡Pero mírale, él no desdibuja su sonrisa! En los momentos más bajos me recuerda el motivo que nos lleva a doblar vacaciones y a no perderlo de vista. Nos hemos decidido a comprar una tela negra para futuras sesiones de fotos en clave baja. Ya veremos. La próxima es mañana y realmente no tengo mucha idea de lo que saldrá. Los nervios antes de las sesiones me crispan, pero a la vez son un aliciente que nos hace trabajar mejor.

   Todo eso y nada más...Voy a continuar intercambiando ideas con Teddy de los esquemas de iluminación de mañana, a ver si se nos ocurre algo notable.

   Otro día os presento a Wilson.

   Día 13...

viernes, 7 de agosto de 2015

MUSA




   Me saca de quicio, no puedo negarlo.

  Sólo hoy, hacer esta sesión medianamente improvisada costó sudores. ¿Por qué medianamente improvisada? ¿Si es así es que ya estaba planificada, no? Más o menos: el tiempo que llevaba queriendo retratarla de nuevo trae consigo muchos meses atrás, pero el momento no siempre es el adecuado. De hecho, este día tampoco lo era.

  Al menos no discutimos. Otras veces rabiamos de camino al metro debatiendo en un lucha por tener la razón sobre el otro. Este día fue más llevadero, aunque algún empujón traicionero se llevó. Pero yo salí victorioso del debate :)

  ¡Y ojo! Ella intentó quemarme y estuvo a punto de que me detuviera un agente de seguridad. Y todo eso, solamente de camino al metro. El día a día con ella no suele ser fácil, y para colmo no se lleva bien con las Coca Colas. Sin servilletas es recurrente que el fotógrafo lleve un pañuelo anti-emergencias.

   Cuando el vagón del metro se llena, ya es otra historia. Toca sentarse en los asientos a modo de evitar que los viajeros gumias ocupen tu sitio a su lado. Es hora de revisar las fotos, poner pegas y seleccionarlas antes de que se llegue al destino.


   Pero he de reconocer que me encanta retratarla. Sus ojos de infarto, de pupilas grandes: únicas. Y sus pómulos marcados dibujando esa línea curvada a sus labios. Y más que eso. 

   La palabra "fotógrafo" me sigue dando mucho miedo a día de hoy. La temo. Me queda grande y prefiero rechazarla. Aún así, dicen que los  artistas precisan de una musa, diosas inspiradoras en el arte y la ciencia...y bueno...

   ...Sí, me quedo con mi musa.

miércoles, 5 de agosto de 2015

DOMINGO ACCIDENTADO




   El domingo fue muy accidentado, no lo negaré.

   La idea era grabar planos y recursos para un proyecto de esos que sólo funcionan en tu cabeza: "Tus 6 segundos". Tenía pensado algún plano nocturno, pero no salió. Un desastre.

   Arrancamos en pleno centro de Madrid y de ahí, entre pasos, llegamos a Príncipe Pío. Por último iríamos a Marqués de Vadillo fortuitamente. Cuando nos dimos por vencidos en la idea de grabar los planos al no ver algo que nos convenciera, pasamos al plan B. Durante 5 horas estuvimos buscando un nuevo lugar sin éxito. Yo quería ir a un sitio concreto, el lugar estaba cerca de Madrid Río, pero no sabía exactamente dónde. Me costó convencer a mi compañero para recorrer todo el río y cuando el sol se escondió, ya a punto de darme yo por vencido también, encontramos un puente que nos animó a sacar las cámaras. 

   Aunque no era el lugar que buscaba intentaría probar lo que tenía en mente: exposiciones nocturnas de más de cinco minutos. Las primeras pruebas no fueron muy allá. Mi compañero se perdió por la estructura mientras yo desde una posición más distante y apartado de todo, me decidí a hacer una exposición de 8 minutos. Al segundo intento tuve que dejarlo: dos personajes que no me dieron buena espina se acercaron a donde estábamos. En plena oscuridad y sin sitio por donde "escapar" ya me veía estrellándoles el trípode en la cabeza. No fue a más: sólo se acercaron a hacer una foto. Sí, la gente si te ve haciendo fotos se acerca y aunque no sepa el motivo ni la intención de lo que intentas, sacará su "founmovail" y hará una foto sin saber muy bien a que. Conclusión: me pasé del tiempo de exposición por varios segundos por estar vigilándoles y la foto salió sobreexpuesta. Cortada de rollo total.


   Decidimos recoger chiringuito y volver al metro. La ironía de todo es que después de las doce de la madrugada y delante de la boca de metro por la que nos metimos, estaba el sitio que estuvimos buscando  durante más de 5 horas. Yo quise buscar un punto para fotografiarlo pero mi compañero empezó a rabiar y nos volvimos para casa.

   Resumen: apuntado en la agenda para el próximo fin de semana. Confío no tardar 5 horas esa vez.

LA BICI


 
 Hace ya bastante de la última vez que me senté en el césped a hacer nada. No tanto si me pongo a pensar, pero desde luego, hace ya tiempo. Sí, ya: "decídete de una vez". Realmente siento nostalgia y envidia a la vez. Podría decirse así, pero algo está cambiando, poco a poco a veces. Otras, rápidamente, en un momento, que lo sientes implosionando desde ti.

   La bici se me escapó. Pasó por delante de mí desde esta posición, dibujando sus radios sobre el suelo y perdiéndose entre los árboles. Me dio rabia, estaba demasiado ocupado mirando a través del ocular y no pude ver como se acercaba. Ni siquiera la oí a pesar del relativo silencio en el domingo de Madrid. El único registro que quedó de ese momento: cuando la bici pasó, la imagen, la foto, sólo se plasmó en mi cabeza durante un segundo..perdón, menos que eso si quiera.

  Me preguntaba porqué no había tanta gente. Agosto no podía ser la excusa de que no hubiera personas caminando o poniéndose en el medio. Faltaban los "espontáneos" que se te cuelan en la foto y te regalan una de esas muecas que te obligan a repetir la foto...o no. Faltaba algo y sabía lo que era. Pero no iba  a poder ser, no ahí. No en ese momento. Y en toda esa carrera mental, él se coló, dando pedaladas sin darme tiempo a disparar. Apreté los dientes y no pude disimular el descontento ante lo perdido. Le grité: "Vuelve a pasar", pero no me hizo caso.

   La ironía a mis espaldas, al ver las bicicletas de "alquiler" estacionadas detrás. Quietas todas ellas, daban ganas de pagar a alguien para que volviera a pasar por delante mío. Pero ya no sería lo mismo, ¿lo entiendes, no? Una mentira perfectamente interpretada.

 Nunca me gustó el centro, pero poco a poco le voy cogiendo cariño.  ¿Dónde? Justo en frente del Palacio Real en Madrid.

   Disfruta del césped, del atardecer, de esa sombra que se esconde de su persona, del árbol que se ahoga por el sol, de una niña que llora porque su hermano le quitó el helado, de un Mickey Mouse que no consigue la atención de los espectadores. Disfruta también del perro que se te acerca a oler...o que huye de ti, del que practica deporte, del que ha robado en la tienda y mantiene una discusión con la dependienta. Disfruta de los que gritan "¡Cupones para hoy, cupones para mañana!", disfruta al salir del metro y ver la luz. Disfruta de una bici, de esas imágenes, esas fotos.

 Disfruta de esos momentos: se nos escapan y sólo quedan en nuestra cabeza por ese segundo...perdón, menos que eso si quiera.

viernes, 31 de julio de 2015

¿DULCE O SALADO?




   Hoy vino una amiga a verme al trabajo. En su mano derecha un libro: eso me recordó que aún tengo pendiente por terminarme "Valentina y el cuarto oscuro". Ella misma me lo prestó hace tiempo. Su nueva adquisición no pasaba inadvertida, siguiendo la línea del anterior. La portada estaba ilustrada con 3 ositos....hmmmm, demasiado juntos, dejémoslo ahí, en demasiado juntos.

   No dire nada más. Nunca me gustaron los tabúes. No hay imágenes sucias, sólamente mentes sucias. ¿Qué crees que ve un niño de 5 años si le mostrases esta foto? 3 gominolas. Acto seguido te preguntará:

    "¿Me compras chuches?"

   ¿Qué es lo que ves tú? Ah, ya. Lo sé, no hace falta que contestes. Y tranquilo: yo también vi lo mismo.

   La idea  me vino después de ver la portada del libro de mi amiga, el tiempo libre de verano hizo el resto. Cómo conseguir los brillos de los oseznos fue la parte más divertida, dejo rienda suelta a tu imaginación, persona que me estás leyendo. 

   Pero la foto no es mía como tal. Injusto sería no mencionarla a ella: ¡Gracias Anna Morales Photography! Un trabajo suyo sólo que con un osito más  que quería juerga.

miércoles, 29 de julio de 2015

LA LISTA DE MIS SUEÑOS



   ¿Sabes que dicen que las cabezas de los matemáticos son un caos? ¿Que constantemente andan pensando en números, ecuaciones y algoritmos?
  
   Yo matemático no soy y números en mi cabeza hay bien pocos. Si me pongo a pensarlo, actualmente los números que me preocupan son los del alquiler del piso, la factura de teléfono y que las horas extras del trabajo estén al corriente y bien pagadas. ¡Ah! ¡Y el número que se está convirtiendo en mi favorito, con permiso del señor 6, el 2.8!

   ¡Que cachonda mental es la vida! ¡Y ni que decir de las matemáticas! Hace ya unos 12 años me peleaba con las mates. El 2.8 se convertía en mi fiel compañero en los exámenes: mi nota favorita. Y por más que lo intentaba, llegar al 3 sobre 10 me suponía la mayor alegría. Llegaba a casa como un campeón y no me daba ni miedo decir mi nota en casa. Es más: lo decía orgulloso.

   " ¡Hoy he sacado un 3 en matemáticas!"

   Los nervios no regresaban hasta los exámenes finales, donde repetir curso ya se convertía en una opción. No sé muy bien si era suerte o cuestión del azar...¡Ah, el azar! ¡Covariancias y probabilidades! ¡Estadística pura y dura! ¿Os acordáis de los problemas de estadística?:

   "Si tengo 5 dados y los lanzo en la mesa de juego con fuerza tras mover en mi mano 7 veces el cubil donde están y caen sobre un tapete verde, que no rojo, aterciopelado y rebotan 5 veces sobre la mesa de los cuales uno de los dados, que por cierto tenía 8 caras, sólo rebota 3 veces sobre la mesa dándole en el dedo meñique a un jugador que por casualidad tenía la mano reposada en la mesa generando un movimiento de corriente que hace que otro de los dados se gire en último momento, contesta:

    a) ¿Que probabilidades hay de que la suma total de los dados sea igual o menor a la velocidad de la órbita lunar en verano caluroso sobre la Tierra teniendo en cuenta que este año la mayoría de los españoles están veraneando en la playa de Benidorm a pesar de la crisis?

    b) ¿Que posibilidad hay de que el jugador de la derecha tuyo se enoje porque va perdiendo y haga trampas?

    c) ¿En cuántos movimientos ganará una partida de parchís un chino que juega con las fichas rojas y  mientras tu juegas esta partida en Madrid, si dicho chino en su próximo movimiento se come un ficha de un rival? Calcular los mismos movimientos si el chino juega con las fichas azules. Calcular también los  movimientos si fueran fichas verdes. Y ya que estamos, calcularlo para fichas amarillas (no tener en cuenta el plus de mala suerte para el color amarillo).

   d) Señalar de que color tiene el pelo un cliente que se corta el pelo en la peluquería de la esquina en el siguiente turno en el que te toca lanzar de nuevo los dados. ¿Cuántas probabilidades hay  de que el cliente deje propina al peluquero?"

   En fin, sea como fuere, siempre fui más de cartas...

   2.8, mi diafragma favorito. El desenfoque aún me tiene enamorado.

   "Dicen que las cabezas de los matemáticos son un caos"... Sí, ya, pero el folio que tengo "clavado" en la pared es algo así como mi Jesucristo personal. Es una pared, así que sustituiremos los clavos por tiras de celo, al menos por esta vez. "Yo no soy profesor de números", dije antes, pero la cabeza de  un "fotógrafo", a veces, también pueden ser un caos: sólo así no se me olvidarán las tareas pendientes.

   Y sí: acabé aprobando matemáticas y no te creerías con que nota.



lunes, 27 de julio de 2015

ME REPITO


   Los "paisajes oscuros". De esos a los que estos 3 meses estamos tan acostumbrados. Lo que no me deja dormir es la repetición. Condenarse a hacer lo mismo una y otra vez. Pero cuando uno está con un mando quemando su vida en la consola y entre pantallas de cargas, ladea la cabeza y observa estos atardeceres, le da igual repetirse. "Pause" momentáneo a la consola.

   - ¿No te dicen nada si te ven haciendo fotos? No se pueden hacer fotos a las casas de otros - la persona a mi lado tiene sus dudas.
   - Me da igual. No estoy haciendo fotos a nadie, simplemente al cielo. Los vecinos del edificio de enfrente no son tan guapos.

   Hay paisajes más agresivos allí fuera. Los habrás visto. Prácticamente éste no tiene nada especial. Es sencillo, simple. Tres colores. Una imagen continuista. También son vacaciones para mí al fin y al cabo.

    Repetición: no es lo que busco ni lo buscaré nunca. Pero a veces, simplemente, quiero disparar el disparador sin preguntarme si hay un motivo por el cual hacerlo.

    Al volver a la partida pausada, me doy cuenta de que la consola se apagó por sí sola tras más de 20 minutos sin tocar un botón del mando.

miércoles, 22 de julio de 2015

AL OTRO LADO DE LA VENTANA


   Abres los ojos y te encuentras esto. Hoy despertaste boca arriba. La sensación que te produce es mucho mejor que la imagen que puedo describirte.

   Es verano pero no hace calor. El aire fresco que se cuela desde la calle no puede ser mejor. Tus ojos se pierden en el cielo, en un infinito entrecortado por los restos de las nubes. Respiras profundamente saboreándolo. Te lo recordaré en estas líneas una y otra vez sin cansarme.

   Los edificios reposan en una tesitura calmada. Nadie se asoma, nadie está. Puedes ver gorriones volar en el aire, jugueteando con carreras y dibujando sus trayectos en el cielo en forma de líneas. Se cruzan entre ellos en perfecta sintonía, sin chocar. No parecen errar como a veces nosotros lo hicimos. Pero ése no es el tema esta mañana.

   Nunca te gustaron los cantos de los pájaros. Hoy, se vuelven revigorizantes. Cantan a lo lejos y transmiten pausas acompasadas. En una postura completamente relajada, con una mano sobre la cabeza en lo que hace las veces de almohada. Tu otro brazo está entornado a ella.

   El aire pasa por encima tuyo y la toca. Es tan reconfortante que la hace estremecerse y estirarse, para volver a relajarse entre una sonrisa. Ella también sabe que ya amaneció.

   Retornas a mirar a la ventana:  las nubes,  la tranquilidad, los edificios, el ventanal y los sonidos de un Madrid que ya empieza a ponerse en pie.

   ¿Pero nosotros?

   Tranquila, hoy no hay prisa.

jueves, 16 de julio de 2015

EL SOL Y SU CARRERA





   ¿Por qué el sol se esconde tan rápido?

   Es que es ver que sacas la cámara y empieza la cuenta atrás: tic tac, tic tac, tic tac... ¡Y no es una cuenta relajada! A través del visor observas que no se va a dejar hacer la foto, de que no se quedará quieto para ti, no...Se mueve a una velocidad que no es normal, lo está haciendo aposta, lo sabes...lo sabe.

    ¿Y como no? Miss Farola estará ahí para hacerte mover más que nunca:

    - ¿Quieres un punto de vista diferente, donde yo no salga? ¡Jé! Pues búscalo, majete.Yo me planto en todo el medio. ¡YO SOY EL MEDIO!

   - Gracias hermosa. Usted siempre tan predispuesta.

  Y así se dan las cosas: una tras otra, cuesta abajo. A moverse toca para que la señorita no aparezca...Un árbol, otro que se atreve a saludar por ahí, miss Farola, un conductor que se te queda mirando mientras haces la foto, los niños de una pareja que también te observan raro, el autobús que se marcha porque no le importa nada tu foto y lo que tengas que tardar, el sol que te saca el dedo mientras se va a dormir y un edificio "subexpuesto".

   "Textos de trayecto", en fin. ¡Me paso de parada!

sábado, 11 de julio de 2015

QUÍMICA CADUCADA




  Es esa cuerda rota en una canción desafinada. No te queda más remedio que escucharla cuando acuchilla tus tímpanos en la cocina. Hay ya dos platos fregados y entre arpegios, envenena tu rutina hasta que ya consigue lo que quiere. 

  El negativo enrollado en el tubo es un recuerdo de lo que fuiste. Está oscuro en su naturaleza misma y no me dejo de preguntar hasta que punto fue reflejó de mi realidad. Antes esbelto, cada fotograma en su longitud mostraba lo que apenas una semanas, unos pocos días o a veces, lo que se había acontecido hacia una minúscula hora. Lo veías joven y fuerte. Ahora, retorcido entre si en un amasijo de película que no recuerda cuando fue revelada.

  Su buena está entredicha. Está enfermando y envejece rápidamente. No consigo saber que es lo que me mostró en su momento ni por qué y sólo cuento los minutos que le quedan para no ser olvidado junto con el resto de las cosas. Asomado a la calle, desde arriba, estoy por encima de las farolas. Sus bombillitas  se intentan alzar hacia el cielo y aunque las miro desde arriba, eso no me hace sentir que estoy sino por debajo suyas. Dibujando un círculo perfecto, empiezan a desdibujarse mientras la oscuridad se adueña de ellas también.

  He perdido la cuenta de las veces que en un momento he "reipleado" la canción. Una que lleva por título "The Future". Allí donde hace tiempo los auriculares se quedaron sobre la mesa, el vídeo de Luca Stricagnoli se reproduce una y otra vez. 

  Futuro. Nos preocupamos por él continuamente o sino es así, en algún momento de nuestra vida. En los llamados "puntos cruciales". Y será que yo tengo mucho que decir del futuro, ¿pensar, tal vez?

  Guardé ese negativo de mi pasado para mantener un recuerdo vivo en mi futuro. Ahora lo veo y tiene gracia: lo que no me di cuenta es que la química también muere. 

martes, 30 de junio de 2015

UNA ALUCHE PERDIDA


  
  
  Hoy perdí una foto. Bueno, no sólo una. Tres en total.
 
  La primera fue una de esos atardeceres en los que el naranja y el rosa se acuestan juntos. De copiloto en un coche de camino a...bueno, de camino a algún lado. En el tiempo entre esos tres colores de un semáforo hasta que se decida darnos preferencia, miro el retrovisor derecho. Una imagen reconocida, una foto desgastada por el gran número de imágenes prácticamente idénticas que hemos visto en galerías y la red internauta, pero de esas instantáneas que valía la pena captar, no obstante. Eso la hacia diferente: el sol amarillo jugando al escondite con un edificio, cerca de una de sus esquinas. Como si estuviera esperando a que pusieramos nuestros ojos en él para esconderse. Si apartabamos la vista volvía a moverse,  ocultándose de nosotros tras el edificio cada vez que le mirábamos.  La tesitura detrás de si era ese naranja fusionándose con locura con el rosa. Un cielo bonito...¡más que eso! Y todo en un paisaje urbano. Esos paisajes que, en lo personal, relego a un segundo plano siempre que puedo elegir entre una montaña, un bosque o el mar. Aún así, los coches que desde el suelo se fugaban hacia ese juego que tenían el edificio y el sol, no hacian sino contribuir a una escena llena de un "algo".
  
  La segunda fue la luna.  Pasadas una hora de la primera foto perdida y tras todo el día, las nubes también querían acabar el día. La noche ya estaba casi impuesta, pero La Peseta se ha convertido en un barrio especial. Como ya dije, en un ambiente urbano ha sabido regalar buenos atardeceres y aún quedarán los anocheceres no retratados. Las luces de los coches  y las farolas compitiendo con la señora luna. No necesito argumentos para defenderla. Recordé la foto que apenas 24 horas una amiga me había mostrado de la luna, fotografiada con su objetivo nuevo. Y da mono: más cuando coquetea en el cielo con las nubes desapareciendo y asomándose, desapareciendo y asomándose, desaparecien...en fin, tú ya me entiendes.
Pero me  distrajo otra cosa: la eterna Aluche.

   Eras una estación desconocida hace un par de años y aborrecía tu existencia. Sí, así era. Te odiaba a muerte. Y albergando el Cercanías Madrid - Renfe, con lo mal que me llevo con él...¿Pero ya he sido demasiado egoísta durante los últimos meses, no? No fue todo así: hemos vivido frío y calor sofocante. Unas risas y unos no pocos cigarros. Enojo por la hora y rabia al ver pasar el último autobús que nos llevaba a casa. Y como consecuencia a veces, carreras contrasemáforos para alcanzarle dos paradas más adelante. Nos hemos calado de agua ahogados por las gotas de lluvia mientras cabezones, intentabamos conseguir una foto de una farola entre árboles mojados. Las noches en la fuente iluminada en verano y algún que otro "book" improvisado. Hemos compartido lecturas junto a ese hombre que es fiel a la estacion, inamovible al paso del tiempo y de la gente. Cabezazos a una mampara de cristal. En esa estación nos enamoramos y a la vez fuimos perdiendo la ilusión. También se han compartido lágrimas y se ha sido testigo, así como vivido, la pérdida de amigos y la alianza con otros. Y no sólo eso, muchas más cosas, supongo...Sería egoísta, muy egoísta  por mi parte a decir verdad, no reconocértelas. Y hoy, sin ir más lejos, volver a perder el bus.

   Elegí que así fuera por hacer una foto más. Un disparo que no va a ninguna parte y que fue sinónimo de la vagancia: disparando sin moverme del sitio. Aunque tenía su porqué: un metro que estaba por llegar para completar la toma no hizo sino rogarse minutos suficientes como para perder la magia de la foto y como no, el autobús, y esto pasa muchas veces , ligada a la propia incompetencia. Si hago un balance de ti, Aluche,  me has dado más pérdidas que alegrías. Gracias por ello. De verdad, es un gracias sincero.

   Ahora toca andar. El autobús ya se fue hace rato y ni la carrera más grande me hará cogerlo. ¿Y la noche hasta mi destino? Demasiado calurosa...agobia. Miro arriba buscando un alivio en el aire. La luna. Sigue intimando con las nubes.

   "La noche todavía no esté quizás totalmente perdida"

  Camino rápido intentando que no se cansen de jugar. Necesito el teleobjetivo de mi cámara y no está sino guardado en casa. Cuando apenas me quedan un par de calles para llegar, las nubes empiezan a disiparse y comprendo que esta noche, también se ha perdido.

  Tres pérdidas totales en el día de hoy. Y tú, Aluche, ya no estarás entre ellas nunca más.
 
 Aún así: gracias por todo.

jueves, 25 de junio de 2015

PÚSOME MORADO


   El calor parece haberse instalado en Madrid, por fin. Gala de ello lo hacen esas buenas noches frescas y los paseos a toda leche. Pendientes están las fotos nocturnas que a modo de experimento y robando su paciencia, ando haciendo. Algunos lugares me los conozco, otros no tanto. Aunque estas fotos sin sol siguen en pañales. No creo que salgan a la luz para la impaciente de turno.

   Ahora no es tanto así. Míralas. No es de noche y ellas, son las últimas que quedan de una bolsa llena de chucherías. Una tan llena que da corte ponerla en la báscula y oir "cantar" a la dependienta el precio ante la atónita mirada de los que están detrás tuyo esperando su turno. Una bolsa que ningún adulto se atrevería a comprar a su hijo. Las horas de la comida trabajando en la tienda y tan cercanas a julio empiezan a hacerse cuesta arriba. ¿Qué es lo que tengo? Moras.

   La mora roja, la mora negra y la mora...¿azul? Ésa es una impostora, pero como todo en la vida, su sabor  es prohibitivo, dejando a sus otras dos compañeras marchitándose a su lado. Las coloco en el metacrilato y enciendo la cámara. Estas versiones dulzonas son polidrupas y  tienen más de 700...hmmmm, ¿puntitos? ¿Bolitas pequeñas? Sí, no soy científico en mis horas libres ni matemático: las conté "one by one"....¿Y tú, qué me dices? ¿Acaso nunca te las has metido en la boca ,"desnudándolas", para volver a sacarlas tras un rato de rechupeteo y decir a un amigo: "¡Mira!"?  Que esa persona nos sonría reconociendo nuestro esfuerzo es un refuerzo positivo a nuestra persona. Lo hemos hecho todos de pequeños y no tan pequeños, y si no es así,  es algo  que deberías hacer ahora mismo.

   Si estás tan aburrido como yo, ve a una tienda de golosinas. Sin miedo. Pide unas pocas de estas moras y haz lo que te digo. A veces, somos esclavos de las mismas acciones y experiencias a pesar de estar tan lejos el uno del otro. Por esa magia es por lo que el ser humano empatiza con otro.

   ¿Sobre que les pasó a las moras, dices? Me las comí, la primera de todas ya deberías saber cual.

domingo, 21 de junio de 2015

LUDOPATÍA


   Debería estar durmiendo. Pero si duermo, sueño. Y si sueño...en fin...

   De sueños, ahora rotos, me alimenté durante apenas unos meses. El refugio lo tenía entre esos cuatro botones. Pero la vida es más difícil que eso. No bastará con pulsar el círculo o equis en el momento justo  ni hacer media luna con el Pad hacia adelante + Cuadrado. Tampoco me pondré a describirte la lista de todos los movimientos de los no pocos personajes de Tekken que me sé, porque sería ahí cuando posiblemente, me acabaría durmiendo de nuevo.

   Nunca fuí partidario de los "trucos". Pero estos  atajos tampoco los vi mal, estaban ahí y si hacían la experiencia de juego más divertida, ¿por qué no utilizarlos? Porque seamos sinceros: ¿en eso consiste la vida, no? En cuanto más nos divertimos, vivimos, follamos y ganamos, más triunfadores nos sentimos. ¡Ah, y aparentamos, claro! Aparentar es muy importante. Luego como en el videojuego mismo, admitir la verdad es otra historia:

   "Yo no hice trampas" "Sólo es un truco sin importancia" "Soy mejor que tú jugando a esto"

   Y sí: eres mejor que yo jugando a esto. Siempre lo fuiste, de eso no hay duda. Saliste ganando y no necesitaste un mando para ello. Mi enhorabuena. Perder nunca me gustó, pero siempre he sabido admitir  una derrota. Y como todo en esta ardiente ironía, de "bugs" está llena la vida.

   ¿Y que haces cuando un juego te aburre o se te ha rayado? Eso mismo: lo tiras y lo remplazas por otro.

   "Arriba, abajo, izquierda, derecha, A, B, SELECT, START"

   Game Over para ti.

martes, 16 de junio de 2015

NORMAS Y MÁS NORMAS



    Que ya, que ya lo sé...

   Que si la regla de los tercios, que si la composición áurea, que si el espacio negativo, que si la concisión....Paso, ¿sabes? Por hoy paso.

   Paso de esas normas que están ahí para respetarlas. ¡Que no! ¡No me comas la cabeza! También paso de las otras. Sí, ya lo sabes: de ésas que están hechas para saltárselas. Y ya sé que son las mismas. Que si las respetemos, que si las infrinjamos, que si hoy tengo un motivo para acunarlas, que si hoy las doy una patada...

   Mira, te digo la verdad: llueve. Ahora mismo llueve. Y es lo mejor. No está lloviendo mientras escribo esto, no...de eso hace ya unas 5 horas. Pero es ese momento al que me refiero.

   Cierra los ojos y visualízalo conmigo: el aire fresco en la cara y las gotas que caen frías en el suelo dibujando una realidad paralela y distorsionada, deformada por las ondas de los charcos que pisas. Mucha gente se queda resguardada bajo los techos, incrédulas por no saber disfrutarlo.Y a lo lejos ves ese sol que ya está cansado de su jornada. Tu 50 mm no te muestra lo que quieres y has de cambiar a un angular. Por un momento tienes que refugiarte de la lluvia y cambiar los objetivos, a salvo de mojarse. ¡Ya está! ¡Apunta y dispara! ¡Ya está! ¡Pasa de todo y de todos! 

   Una serie de 6 fotografías: rápidas y despreocupadas. El agua sigue cayendo y la cámara se moja. A la mierda con las normas y los consejos que te sobrecalientan las neuronas. No es la foto, es estar ahí mojándote. No necesitas otro motivo para respirar y llenar tus pulmones de un buen chute de humedad. 

   Y te lo digo: oír los "¡plic, plic!" de las gotas, del cielo a tus dedos entrelanzados a tu cámara, mirar a través de ella esa huída del sol y con todo, sentir las  gotas escurrirse entre tus manos. Es de las mejores sensaciones que sentirás ese día.

   Y se escapan de las manos. Pero ya te lo dije: no me importan las reglas. Si eres de esas personas que alguna vez han estado refugiados bajo un paraguas en medio de una torrencial lluvia sólo por oírlas caer o si eres de los que se acercan a las ventanas cuando repiquetean las gotas, entonces sabes de lo que hablo. Pero sobre todo, si más que nada sabes que merece la pena salir ahí y mojarte, poniendo todos tus sentidos en esa "ducha gratuita", entonces sabrás que ese día no importaba la foto y las normas.

   Importabais la lluvia, la cámara, el momento y tú.

sábado, 13 de junio de 2015

ESPERA ENTRE RAYAS



   Nunca he reparado, de verdad que no, en la de mierda que tiene este suelo.

   La hora de espera puede ser muy pesada a veces. Adormezco el culo en la hierba que no se deja ver, aplastándola sin compasión. Así es, que cuando esa chica que me hace andar una larga distancia hacia el metro sale del trabajo, sólo ese matojo verde sabe donde me senté.

   21 rayas que nos dirigen y redirigen. La "alfombra roja" de muchos de nosotros que nos invita a entrar y nos salva al salir. Y es que a veces el edificio ahoga como una prisión y si no, ¿por qué iban a estar esos barrotes ahí?

   Los atardeceres de verano son algo desconocido en este abandonado rincón. Muchos se maravillan a diario ante el esplendor que ofrece pero pocos, muy pocos...¡bah! ¡Nadie! Nadie se para a acostarse con el sol hoy día.

   Y todo por esperarla a ella...sigue siendo la culpable.


jueves, 11 de junio de 2015

¡RAYOS Y TRUENOS!



   Un profesor de lengua y literatura de mi colegio me dijo una vez que una persona culta no era aquella que sabía hablar con palabras extravagantes, propias del nivel más "fino" o aristocrático de la sociedad, haciendo que sonasen de manera rimbombante desconocidas para la mayor parte de los oyentes. Una persona culta era aquella que sabía adaptarse a varios registros del lenguaje sin importar cuales fueran.


   ¿Por qué digo esto? No tengo ni la más mínima idea. Quizás sea porque son las 3:12 de la madrugada y no sé cómo orientar este texto: ¿lo intento hacer ingenioso o me expreso al estilo "Ghetto-Bronx"? Lo último. Y es que a veces "el registro" no pasa por otra cosa que ésta: saber que palabras usar, aunque todas entendibles, acorde a lo que se quiere contar.

   Y no me hagas caso: me duele la cabeza.

   Tardará algo de tiempo hasta que me vaya a dormir o al menos lo intente. Fue un día para olvidar: algún que otro cliente pudo haberse tragado sus fotos de carnet crudas y los niños venían con fuerzas, burros y con berrinches. Para colmo, el dolor de cabeza ha sabido darme su mejor abrazo en la tarde de hoy. Solo no he estado, desde luego. Y aún ahora,  bajo esta lluvia resentida que se estrella contra el suelo rabiosa, no desaparece. Se alivia por momentos tras abrir la ventana y  sentarme sobre la mesa. Enciendo la cámara y me pongo a grabar las gotas suicidas. Con algo de suerte capturaría miprimer rayo. El viento es suave y relaja:eso hace despejar las ideas.

   No es coincidencia que esté despierto. Esta noche casi me hace sentir afortunado. Me recuerda que las ideas también han llovido últimamente a mi cabeza. Todo apuntado en una agenda cochambrosa verde, símbolo de esperanza. Verde y esperanza...no sé de qué. Pero tuve que dejarla ahí, aparcada junto a ese libro al que tanto aprecio tengo. El único que he conseguido leerme entero tras 9 años, casi 10. Y lo dejo todo a un lado junto a una taza y unos lápices de colores. Tendrán que esperar...

   Y para todo hay una primera vez: mi primer rayo capturado. El título de una foto, si es que me da por bautizarla, nunca lo doy por la foto en sí, sino por el escrito que lo acompaña. Hoy es distinto. Os presento: "Mi rayito de caca". Me atrevo a firmarla porque hasta mis engendros lo merecen. Y los quiero como tal.
   Aún queda mucha noche y la tormenta ya se ha calmado. Vuelvo a la mesa donde dejé el libro y las pinturas. Bebo de la taza y la vuelvo a apoyar sobre la mesa. "Mañana te recojo" es lo que la digo mientras voy a dejar el libro en su estantería. Encima de él deposito las pinturas para acordarme de lo que tendré que hacer mañana por la noche. Apago la luz y las dejo intimidar mientras me alejo.

   Enciendo el ordenador, inserto la tarjeta SD y descargo la primer imagen de mi futuro libro: "Obras engendras Volumen I". Mientras el Photoshop se abre para firmarla, el bloc de notas bosteza, preparándose para su función.

   Empiezo a escribir...las 3:31 A.M.