viernes, 31 de julio de 2015

¿DULCE O SALADO?




   Hoy vino una amiga a verme al trabajo. En su mano derecha un libro: eso me recordó que aún tengo pendiente por terminarme "Valentina y el cuarto oscuro". Ella misma me lo prestó hace tiempo. Su nueva adquisición no pasaba inadvertida, siguiendo la línea del anterior. La portada estaba ilustrada con 3 ositos....hmmmm, demasiado juntos, dejémoslo ahí, en demasiado juntos.

   No dire nada más. Nunca me gustaron los tabúes. No hay imágenes sucias, sólamente mentes sucias. ¿Qué crees que ve un niño de 5 años si le mostrases esta foto? 3 gominolas. Acto seguido te preguntará:

    "¿Me compras chuches?"

   ¿Qué es lo que ves tú? Ah, ya. Lo sé, no hace falta que contestes. Y tranquilo: yo también vi lo mismo.

   La idea  me vino después de ver la portada del libro de mi amiga, el tiempo libre de verano hizo el resto. Cómo conseguir los brillos de los oseznos fue la parte más divertida, dejo rienda suelta a tu imaginación, persona que me estás leyendo. 

   Pero la foto no es mía como tal. Injusto sería no mencionarla a ella: ¡Gracias Anna Morales Photography! Un trabajo suyo sólo que con un osito más  que quería juerga.

miércoles, 29 de julio de 2015

LA LISTA DE MIS SUEÑOS



   ¿Sabes que dicen que las cabezas de los matemáticos son un caos? ¿Que constantemente andan pensando en números, ecuaciones y algoritmos?
  
   Yo matemático no soy y números en mi cabeza hay bien pocos. Si me pongo a pensarlo, actualmente los números que me preocupan son los del alquiler del piso, la factura de teléfono y que las horas extras del trabajo estén al corriente y bien pagadas. ¡Ah! ¡Y el número que se está convirtiendo en mi favorito, con permiso del señor 6, el 2.8!

   ¡Que cachonda mental es la vida! ¡Y ni que decir de las matemáticas! Hace ya unos 12 años me peleaba con las mates. El 2.8 se convertía en mi fiel compañero en los exámenes: mi nota favorita. Y por más que lo intentaba, llegar al 3 sobre 10 me suponía la mayor alegría. Llegaba a casa como un campeón y no me daba ni miedo decir mi nota en casa. Es más: lo decía orgulloso.

   " ¡Hoy he sacado un 3 en matemáticas!"

   Los nervios no regresaban hasta los exámenes finales, donde repetir curso ya se convertía en una opción. No sé muy bien si era suerte o cuestión del azar...¡Ah, el azar! ¡Covariancias y probabilidades! ¡Estadística pura y dura! ¿Os acordáis de los problemas de estadística?:

   "Si tengo 5 dados y los lanzo en la mesa de juego con fuerza tras mover en mi mano 7 veces el cubil donde están y caen sobre un tapete verde, que no rojo, aterciopelado y rebotan 5 veces sobre la mesa de los cuales uno de los dados, que por cierto tenía 8 caras, sólo rebota 3 veces sobre la mesa dándole en el dedo meñique a un jugador que por casualidad tenía la mano reposada en la mesa generando un movimiento de corriente que hace que otro de los dados se gire en último momento, contesta:

    a) ¿Que probabilidades hay de que la suma total de los dados sea igual o menor a la velocidad de la órbita lunar en verano caluroso sobre la Tierra teniendo en cuenta que este año la mayoría de los españoles están veraneando en la playa de Benidorm a pesar de la crisis?

    b) ¿Que posibilidad hay de que el jugador de la derecha tuyo se enoje porque va perdiendo y haga trampas?

    c) ¿En cuántos movimientos ganará una partida de parchís un chino que juega con las fichas rojas y  mientras tu juegas esta partida en Madrid, si dicho chino en su próximo movimiento se come un ficha de un rival? Calcular los mismos movimientos si el chino juega con las fichas azules. Calcular también los  movimientos si fueran fichas verdes. Y ya que estamos, calcularlo para fichas amarillas (no tener en cuenta el plus de mala suerte para el color amarillo).

   d) Señalar de que color tiene el pelo un cliente que se corta el pelo en la peluquería de la esquina en el siguiente turno en el que te toca lanzar de nuevo los dados. ¿Cuántas probabilidades hay  de que el cliente deje propina al peluquero?"

   En fin, sea como fuere, siempre fui más de cartas...

   2.8, mi diafragma favorito. El desenfoque aún me tiene enamorado.

   "Dicen que las cabezas de los matemáticos son un caos"... Sí, ya, pero el folio que tengo "clavado" en la pared es algo así como mi Jesucristo personal. Es una pared, así que sustituiremos los clavos por tiras de celo, al menos por esta vez. "Yo no soy profesor de números", dije antes, pero la cabeza de  un "fotógrafo", a veces, también pueden ser un caos: sólo así no se me olvidarán las tareas pendientes.

   Y sí: acabé aprobando matemáticas y no te creerías con que nota.



lunes, 27 de julio de 2015

ME REPITO


   Los "paisajes oscuros". De esos a los que estos 3 meses estamos tan acostumbrados. Lo que no me deja dormir es la repetición. Condenarse a hacer lo mismo una y otra vez. Pero cuando uno está con un mando quemando su vida en la consola y entre pantallas de cargas, ladea la cabeza y observa estos atardeceres, le da igual repetirse. "Pause" momentáneo a la consola.

   - ¿No te dicen nada si te ven haciendo fotos? No se pueden hacer fotos a las casas de otros - la persona a mi lado tiene sus dudas.
   - Me da igual. No estoy haciendo fotos a nadie, simplemente al cielo. Los vecinos del edificio de enfrente no son tan guapos.

   Hay paisajes más agresivos allí fuera. Los habrás visto. Prácticamente éste no tiene nada especial. Es sencillo, simple. Tres colores. Una imagen continuista. También son vacaciones para mí al fin y al cabo.

    Repetición: no es lo que busco ni lo buscaré nunca. Pero a veces, simplemente, quiero disparar el disparador sin preguntarme si hay un motivo por el cual hacerlo.

    Al volver a la partida pausada, me doy cuenta de que la consola se apagó por sí sola tras más de 20 minutos sin tocar un botón del mando.

miércoles, 22 de julio de 2015

AL OTRO LADO DE LA VENTANA


   Abres los ojos y te encuentras esto. Hoy despertaste boca arriba. La sensación que te produce es mucho mejor que la imagen que puedo describirte.

   Es verano pero no hace calor. El aire fresco que se cuela desde la calle no puede ser mejor. Tus ojos se pierden en el cielo, en un infinito entrecortado por los restos de las nubes. Respiras profundamente saboreándolo. Te lo recordaré en estas líneas una y otra vez sin cansarme.

   Los edificios reposan en una tesitura calmada. Nadie se asoma, nadie está. Puedes ver gorriones volar en el aire, jugueteando con carreras y dibujando sus trayectos en el cielo en forma de líneas. Se cruzan entre ellos en perfecta sintonía, sin chocar. No parecen errar como a veces nosotros lo hicimos. Pero ése no es el tema esta mañana.

   Nunca te gustaron los cantos de los pájaros. Hoy, se vuelven revigorizantes. Cantan a lo lejos y transmiten pausas acompasadas. En una postura completamente relajada, con una mano sobre la cabeza en lo que hace las veces de almohada. Tu otro brazo está entornado a ella.

   El aire pasa por encima tuyo y la toca. Es tan reconfortante que la hace estremecerse y estirarse, para volver a relajarse entre una sonrisa. Ella también sabe que ya amaneció.

   Retornas a mirar a la ventana:  las nubes,  la tranquilidad, los edificios, el ventanal y los sonidos de un Madrid que ya empieza a ponerse en pie.

   ¿Pero nosotros?

   Tranquila, hoy no hay prisa.

jueves, 16 de julio de 2015

EL SOL Y SU CARRERA





   ¿Por qué el sol se esconde tan rápido?

   Es que es ver que sacas la cámara y empieza la cuenta atrás: tic tac, tic tac, tic tac... ¡Y no es una cuenta relajada! A través del visor observas que no se va a dejar hacer la foto, de que no se quedará quieto para ti, no...Se mueve a una velocidad que no es normal, lo está haciendo aposta, lo sabes...lo sabe.

    ¿Y como no? Miss Farola estará ahí para hacerte mover más que nunca:

    - ¿Quieres un punto de vista diferente, donde yo no salga? ¡Jé! Pues búscalo, majete.Yo me planto en todo el medio. ¡YO SOY EL MEDIO!

   - Gracias hermosa. Usted siempre tan predispuesta.

  Y así se dan las cosas: una tras otra, cuesta abajo. A moverse toca para que la señorita no aparezca...Un árbol, otro que se atreve a saludar por ahí, miss Farola, un conductor que se te queda mirando mientras haces la foto, los niños de una pareja que también te observan raro, el autobús que se marcha porque no le importa nada tu foto y lo que tengas que tardar, el sol que te saca el dedo mientras se va a dormir y un edificio "subexpuesto".

   "Textos de trayecto", en fin. ¡Me paso de parada!

sábado, 11 de julio de 2015

QUÍMICA CADUCADA




  Es esa cuerda rota en una canción desafinada. No te queda más remedio que escucharla cuando acuchilla tus tímpanos en la cocina. Hay ya dos platos fregados y entre arpegios, envenena tu rutina hasta que ya consigue lo que quiere. 

  El negativo enrollado en el tubo es un recuerdo de lo que fuiste. Está oscuro en su naturaleza misma y no me dejo de preguntar hasta que punto fue reflejó de mi realidad. Antes esbelto, cada fotograma en su longitud mostraba lo que apenas una semanas, unos pocos días o a veces, lo que se había acontecido hacia una minúscula hora. Lo veías joven y fuerte. Ahora, retorcido entre si en un amasijo de película que no recuerda cuando fue revelada.

  Su buena está entredicha. Está enfermando y envejece rápidamente. No consigo saber que es lo que me mostró en su momento ni por qué y sólo cuento los minutos que le quedan para no ser olvidado junto con el resto de las cosas. Asomado a la calle, desde arriba, estoy por encima de las farolas. Sus bombillitas  se intentan alzar hacia el cielo y aunque las miro desde arriba, eso no me hace sentir que estoy sino por debajo suyas. Dibujando un círculo perfecto, empiezan a desdibujarse mientras la oscuridad se adueña de ellas también.

  He perdido la cuenta de las veces que en un momento he "reipleado" la canción. Una que lleva por título "The Future". Allí donde hace tiempo los auriculares se quedaron sobre la mesa, el vídeo de Luca Stricagnoli se reproduce una y otra vez. 

  Futuro. Nos preocupamos por él continuamente o sino es así, en algún momento de nuestra vida. En los llamados "puntos cruciales". Y será que yo tengo mucho que decir del futuro, ¿pensar, tal vez?

  Guardé ese negativo de mi pasado para mantener un recuerdo vivo en mi futuro. Ahora lo veo y tiene gracia: lo que no me di cuenta es que la química también muere.