viernes, 28 de agosto de 2015

CAMINO DESDIBUJADO



   Tú dirías que es una luz, pero  dejó de parecérmelo hace ya tiempo. Ya no muestra un camino...antes tampoco lo hizo, pensándolo bien. Vaga ilusión, tu sutil mentira camuflada  que ya no es absolutamente nada. Una mentira de todo lo que promulgabas, de lo que prometías. En su lugar, un camino desdibujado hacia una  pérdida segura.

   ¿Y a que seguirás? ¿Al cuadrado, al puntito, a la línea o a ti mismo? Yo ya me salí del camino trazado hace tiempo.

lunes, 24 de agosto de 2015

LAS POMPITAS


   Acerca de los sueños rotos y de los que están por cumplirse.

   De todas esas fotos "quebrándose" delante nuestro,  en ese momento. De todo aquello que no salió bien y de no saber qué hacer cuando las sonrisas, los gestos y esa pose tampoco funcionan. Posiblemente de eso nos reíamos.

   Ya el primer globo que echó a volar fue desviado con tu mano. Lo golpeaste con fuerza en un puro reflejo del niño que llevamos dentro. La risa continuada al saber que la foto no había salido no hicieron sino vaticinar el desastre que venía.

   Emular los Tres Monos Sabios tampoco fue buen idea y recurrimos al plan maestro: las pompas de jabón. Soplar tampoco fue la solución, pues entre las risas y la falta de destreza, contadas fueran las fotos salvables. El ventilador nos ayudó bastante y nunca antes me vi disparando con la cámara en una mano y haciendo pompitas con la otra, sin niguna mano libre. Me lo pusiste difícil, muy difícil, pero bien mereció la pena.



   ¿Qué tendrán las pompitas que nos pueden? Soplarlas a través del aro ya es una gozada e independientemente de la edad, nos quedamos embobados mientras flotan en el aire. Nos cautivan sus colores, su olor limpio a jabón...son mágicas. ¿Y romperlas con el dedo? Cuanto más cerca de la cara y cuanto más salpiquen haciéndonos notar su frescor, mejor. Únicas, capaces de atraer toda nuestra atención. Pero efímeras.

   Y en cada pompita, un deseo. La pregunta es cual se romperá primero.

sábado, 22 de agosto de 2015

TORMENTA DE AYER




   Anoche no dormí en mi habitación.

   La tormenta se había estado acercando tímidamente, cada vez con más relámpagos atrevidos, dispuestos a arrancar el sueño. Cogí la almohada y me dirigí al sofá del salón. Con la ventana abierta de par en par y esta vez sí: con una camisa como refuerzo a ese aire  que se colaba por la ventana sin haber sido invitado. Me estiré todo lo que pude hasta que mis pies sobrepasaron el largo del sofá, no es de los grandes. Miraba a la ventana, embaucado por la luz de los rayos que en más de una ocasión iluminaron el cielo.
   La curiosidad me pudo en uno de los momentos en los que vi uno quebrar el cielo. Me levanté y me apoyé en la ventana, encima del sofá, esperando ver otro envidioso contornearse de la misma manera entre las nubes oscuras. El trueno que lo acompañaba no tardó en hacerse presente haciendo temblar los cristales de las ventanas. Observé como en algunas casas de los edificios vecinos se encendían las luces, con sus dulces sueños atropellados. Al cabo de un rato se volvían a apagar. Logré ver una cabecita asomarse fugazmente ante el atropello de la lluvia.
   Ahhhh,la lluvia: se hizo de rogar, como siempre. Me preguntaba como sería oírla caer esta vez, tan lejos del suelo. Olvidaba lo que había sido vivir tan arriba, nunca me gusto tener los pies en el suelo y ahora no podía estar mejor. Y es que tiene algo que las gotas no lleguen al suelo de la calle, mira: inmolarse contra la ventana con la esperanza de llamar tu atención y que salgas a ver  el espectáculo que afuera acontece.
  Y fue apagándose. Tronando algo más débil, iluminándose cada vez menos. Me reincorporé en el sofá. Mi idea de no dormir en la cama se mantendría inamovible esa noche. Cada  vez más se oían los neumáticos de algún valiente coche a través de la calzada, violando los charcos del suelo por la mitad. Y las gotas....ahora prácticamente inexistentes. Durmiéndome, otro coche levantando agua y un trueno a lo lejos despidiéndose. Abrí los ojos para verlo una vez mas: un rayo blanco desfigurando las nubes. Respiré el frescor del aire, cómplice de la tormenta, esperando su último suspiro.

miércoles, 19 de agosto de 2015

PEQUEÑOS PAISAJES OSCUROS




   Un amigo me dijo hace ya tiempo que un buen ejercicio creativo pasaba por aprovechar nuestros estados anímicos en las fotos  que hacíamos. Viendo como la alegría o por contraposición, la tristeza, ¡que demonios! ¡Cualquier otro sentimiento! ¿Cómo se pueden "dibujar" en aquello que capturamos?

   Los contraluces han estado ganando por goleada imponiéndose a cualquier otro método. El mismo paisaje: empiezo a pensar que es algo psicológico, grave. Aunque por otro lado no ha habido muchas oportunidades de desplazarse a otros lugares. La salida de atrás se ha frecuentado mucho y ha dado alguna alegría en estos meses perdidos.

   Las fotos se han convertido en "pequeños paisajes oscuros". Y entre todos, son los azules y rojos, los que más me confunden. Me ponen en la tesitura de sacar la cámara o solamente verlos pasar ignorando la magia del momento eclipsándose, en algo que no se volverá a dar de la misma forma.

   Y así, entre una orgía de rojos, azules, negros y blancos acontece un día más, que intenta llegar a tiempo.

domingo, 16 de agosto de 2015

UN 50 MM, EL CAFÉ Y TUS CINCOS MINUTOS




   Mola improvisar las sesiones. 

   Aún así, prefiero tener una idea de por donde me moveré y un esquema en mi cabeza del tipo de fotografía que haré. En base a eso: improvisación. También hay momentos y temporadas más "foteras" que otras, donde podemos hacer o muy buenas fotografías o tener esa frustrante sensación de "foto gemela igual a todas las demás que hago".

   Lo de este día fue un robo a mano armada: reconozcámoslo. Con medio Kinder Bueno metido en la boca, 5 minutos para hacer una foto y un café esperando en la barra, sólo pude decir "Eh, ¿estás más morena, no?" Y todo bajo la atenta mirada de  un 50 mm que se marchita poco a poco, volviéndose viejo con cada día que pasa.

   Sí: el foco en esta foto está de vacaciones, pero es  pleno agosto al fin y al cabo, ¿verdad?  Me da igual, la foto me encantó como retrato. Pero sí, el foco por las nubes.

   Al menos tú ganaste tu café y yo una buena foto.

miércoles, 12 de agosto de 2015

EL OSITO TEDDY EN VACACIONES




   Día 12

"La cordura sigue en mi cabeza. El calor, la falta de clientes y de trabajo no me han vencido aún"

   Pocos amigos hay tan leales como él. Le conozco desde hace más de 9 años y nunca le ha faltado su sonrisa. En los días como hoy nunca ha dicho un "no" a unas pruebas de iluminación o una sesión de fotos sin sentido. Nunca se ha quejado de encontrarse decaído, de haber sido babeado por un bebé demasiado por un día , de si la ropa que llevaba no era la adecuada o de si no estaba maquillado o peinado.

   Llevamos 12 días doblando en la tienda seguidos y más trabajados. Pleno agosto. Agotador. ¡Pero mírale, él no desdibuja su sonrisa! En los momentos más bajos me recuerda el motivo que nos lleva a doblar vacaciones y a no perderlo de vista. Nos hemos decidido a comprar una tela negra para futuras sesiones de fotos en clave baja. Ya veremos. La próxima es mañana y realmente no tengo mucha idea de lo que saldrá. Los nervios antes de las sesiones me crispan, pero a la vez son un aliciente que nos hace trabajar mejor.

   Todo eso y nada más...Voy a continuar intercambiando ideas con Teddy de los esquemas de iluminación de mañana, a ver si se nos ocurre algo notable.

   Otro día os presento a Wilson.

   Día 13...

viernes, 7 de agosto de 2015

MUSA




   Me saca de quicio, no puedo negarlo.

  Sólo hoy, hacer esta sesión medianamente improvisada costó sudores. ¿Por qué medianamente improvisada? ¿Si es así es que ya estaba planificada, no? Más o menos: el tiempo que llevaba queriendo retratarla de nuevo trae consigo muchos meses atrás, pero el momento no siempre es el adecuado. De hecho, este día tampoco lo era.

  Al menos no discutimos. Otras veces rabiamos de camino al metro debatiendo en un lucha por tener la razón sobre el otro. Este día fue más llevadero, aunque algún empujón traicionero se llevó. Pero yo salí victorioso del debate :)

  ¡Y ojo! Ella intentó quemarme y estuvo a punto de que me detuviera un agente de seguridad. Y todo eso, solamente de camino al metro. El día a día con ella no suele ser fácil, y para colmo no se lleva bien con las Coca Colas. Sin servilletas es recurrente que el fotógrafo lleve un pañuelo anti-emergencias.

   Cuando el vagón del metro se llena, ya es otra historia. Toca sentarse en los asientos a modo de evitar que los viajeros gumias ocupen tu sitio a su lado. Es hora de revisar las fotos, poner pegas y seleccionarlas antes de que se llegue al destino.


   Pero he de reconocer que me encanta retratarla. Sus ojos de infarto, de pupilas grandes: únicas. Y sus pómulos marcados dibujando esa línea curvada a sus labios. Y más que eso. 

   La palabra "fotógrafo" me sigue dando mucho miedo a día de hoy. La temo. Me queda grande y prefiero rechazarla. Aún así, dicen que los  artistas precisan de una musa, diosas inspiradoras en el arte y la ciencia...y bueno...

   ...Sí, me quedo con mi musa.

miércoles, 5 de agosto de 2015

DOMINGO ACCIDENTADO




   El domingo fue muy accidentado, no lo negaré.

   La idea era grabar planos y recursos para un proyecto de esos que sólo funcionan en tu cabeza: "Tus 6 segundos". Tenía pensado algún plano nocturno, pero no salió. Un desastre.

   Arrancamos en pleno centro de Madrid y de ahí, entre pasos, llegamos a Príncipe Pío. Por último iríamos a Marqués de Vadillo fortuitamente. Cuando nos dimos por vencidos en la idea de grabar los planos al no ver algo que nos convenciera, pasamos al plan B. Durante 5 horas estuvimos buscando un nuevo lugar sin éxito. Yo quería ir a un sitio concreto, el lugar estaba cerca de Madrid Río, pero no sabía exactamente dónde. Me costó convencer a mi compañero para recorrer todo el río y cuando el sol se escondió, ya a punto de darme yo por vencido también, encontramos un puente que nos animó a sacar las cámaras. 

   Aunque no era el lugar que buscaba intentaría probar lo que tenía en mente: exposiciones nocturnas de más de cinco minutos. Las primeras pruebas no fueron muy allá. Mi compañero se perdió por la estructura mientras yo desde una posición más distante y apartado de todo, me decidí a hacer una exposición de 8 minutos. Al segundo intento tuve que dejarlo: dos personajes que no me dieron buena espina se acercaron a donde estábamos. En plena oscuridad y sin sitio por donde "escapar" ya me veía estrellándoles el trípode en la cabeza. No fue a más: sólo se acercaron a hacer una foto. Sí, la gente si te ve haciendo fotos se acerca y aunque no sepa el motivo ni la intención de lo que intentas, sacará su "founmovail" y hará una foto sin saber muy bien a que. Conclusión: me pasé del tiempo de exposición por varios segundos por estar vigilándoles y la foto salió sobreexpuesta. Cortada de rollo total.


   Decidimos recoger chiringuito y volver al metro. La ironía de todo es que después de las doce de la madrugada y delante de la boca de metro por la que nos metimos, estaba el sitio que estuvimos buscando  durante más de 5 horas. Yo quise buscar un punto para fotografiarlo pero mi compañero empezó a rabiar y nos volvimos para casa.

   Resumen: apuntado en la agenda para el próximo fin de semana. Confío no tardar 5 horas esa vez.

LA BICI


 
 Hace ya bastante de la última vez que me senté en el césped a hacer nada. No tanto si me pongo a pensar, pero desde luego, hace ya tiempo. Sí, ya: "decídete de una vez". Realmente siento nostalgia y envidia a la vez. Podría decirse así, pero algo está cambiando, poco a poco a veces. Otras, rápidamente, en un momento, que lo sientes implosionando desde ti.

   La bici se me escapó. Pasó por delante de mí desde esta posición, dibujando sus radios sobre el suelo y perdiéndose entre los árboles. Me dio rabia, estaba demasiado ocupado mirando a través del ocular y no pude ver como se acercaba. Ni siquiera la oí a pesar del relativo silencio en el domingo de Madrid. El único registro que quedó de ese momento: cuando la bici pasó, la imagen, la foto, sólo se plasmó en mi cabeza durante un segundo..perdón, menos que eso si quiera.

  Me preguntaba porqué no había tanta gente. Agosto no podía ser la excusa de que no hubiera personas caminando o poniéndose en el medio. Faltaban los "espontáneos" que se te cuelan en la foto y te regalan una de esas muecas que te obligan a repetir la foto...o no. Faltaba algo y sabía lo que era. Pero no iba  a poder ser, no ahí. No en ese momento. Y en toda esa carrera mental, él se coló, dando pedaladas sin darme tiempo a disparar. Apreté los dientes y no pude disimular el descontento ante lo perdido. Le grité: "Vuelve a pasar", pero no me hizo caso.

   La ironía a mis espaldas, al ver las bicicletas de "alquiler" estacionadas detrás. Quietas todas ellas, daban ganas de pagar a alguien para que volviera a pasar por delante mío. Pero ya no sería lo mismo, ¿lo entiendes, no? Una mentira perfectamente interpretada.

 Nunca me gustó el centro, pero poco a poco le voy cogiendo cariño.  ¿Dónde? Justo en frente del Palacio Real en Madrid.

   Disfruta del césped, del atardecer, de esa sombra que se esconde de su persona, del árbol que se ahoga por el sol, de una niña que llora porque su hermano le quitó el helado, de un Mickey Mouse que no consigue la atención de los espectadores. Disfruta también del perro que se te acerca a oler...o que huye de ti, del que practica deporte, del que ha robado en la tienda y mantiene una discusión con la dependienta. Disfruta de los que gritan "¡Cupones para hoy, cupones para mañana!", disfruta al salir del metro y ver la luz. Disfruta de una bici, de esas imágenes, esas fotos.

 Disfruta de esos momentos: se nos escapan y sólo quedan en nuestra cabeza por ese segundo...perdón, menos que eso si quiera.