Me ha hecho mucha ilusión poner el antiniebla trasero por primera vez en mi etapa de conductor. Casi lloro...pero de miedo: ¡¡no se veía nada de nada!! Hoy he comprendido que además de chalecos reflectantes amarillo pollito debo llevar en el coche bengalas de auxilio made in Jurassic Park...
Lo mejor fue tras aparcar, ver como los pocos viandantes se te quedan mirando incrédulos mientras haces fotos. No creo que la niebla, el frío mortal y que fuera la 1:00 a.m. ayudasen mucho.
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