Un amigo me dijo hace ya tiempo que un buen ejercicio
creativo pasaba por aprovechar nuestros estados anímicos en las fotos
que hacíamos. Viendo como la alegría o por contraposición, la tristeza,
¡que demonios! ¡Cualquier otro sentimiento! ¿Cómo se pueden "dibujar"
en aquello que capturamos?
Los contraluces han estado ganando por goleada imponiéndose a cualquier otro método. El mismo paisaje: empiezo a pensar que es algo psicológico, grave. Aunque por otro lado no ha habido muchas oportunidades de desplazarse a otros lugares. La salida de atrás se ha frecuentado mucho y ha dado alguna alegría en estos meses perdidos.
Las fotos se han convertido en "pequeños paisajes oscuros". Y entre todos, son los azules y rojos, los que más me confunden. Me ponen en la tesitura de sacar la cámara o solamente verlos pasar ignorando la magia del momento eclipsándose, en algo que no se volverá a dar de la misma forma.
Y así, entre una orgía de rojos, azules, negros y blancos acontece un día más, que intenta llegar a tiempo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario