miércoles, 5 de agosto de 2015

LA BICI


 
 Hace ya bastante de la última vez que me senté en el césped a hacer nada. No tanto si me pongo a pensar, pero desde luego, hace ya tiempo. Sí, ya: "decídete de una vez". Realmente siento nostalgia y envidia a la vez. Podría decirse así, pero algo está cambiando, poco a poco a veces. Otras, rápidamente, en un momento, que lo sientes implosionando desde ti.

   La bici se me escapó. Pasó por delante de mí desde esta posición, dibujando sus radios sobre el suelo y perdiéndose entre los árboles. Me dio rabia, estaba demasiado ocupado mirando a través del ocular y no pude ver como se acercaba. Ni siquiera la oí a pesar del relativo silencio en el domingo de Madrid. El único registro que quedó de ese momento: cuando la bici pasó, la imagen, la foto, sólo se plasmó en mi cabeza durante un segundo..perdón, menos que eso si quiera.

  Me preguntaba porqué no había tanta gente. Agosto no podía ser la excusa de que no hubiera personas caminando o poniéndose en el medio. Faltaban los "espontáneos" que se te cuelan en la foto y te regalan una de esas muecas que te obligan a repetir la foto...o no. Faltaba algo y sabía lo que era. Pero no iba  a poder ser, no ahí. No en ese momento. Y en toda esa carrera mental, él se coló, dando pedaladas sin darme tiempo a disparar. Apreté los dientes y no pude disimular el descontento ante lo perdido. Le grité: "Vuelve a pasar", pero no me hizo caso.

   La ironía a mis espaldas, al ver las bicicletas de "alquiler" estacionadas detrás. Quietas todas ellas, daban ganas de pagar a alguien para que volviera a pasar por delante mío. Pero ya no sería lo mismo, ¿lo entiendes, no? Una mentira perfectamente interpretada.

 Nunca me gustó el centro, pero poco a poco le voy cogiendo cariño.  ¿Dónde? Justo en frente del Palacio Real en Madrid.

   Disfruta del césped, del atardecer, de esa sombra que se esconde de su persona, del árbol que se ahoga por el sol, de una niña que llora porque su hermano le quitó el helado, de un Mickey Mouse que no consigue la atención de los espectadores. Disfruta también del perro que se te acerca a oler...o que huye de ti, del que practica deporte, del que ha robado en la tienda y mantiene una discusión con la dependienta. Disfruta de los que gritan "¡Cupones para hoy, cupones para mañana!", disfruta al salir del metro y ver la luz. Disfruta de una bici, de esas imágenes, esas fotos.

 Disfruta de esos momentos: se nos escapan y sólo quedan en nuestra cabeza por ese segundo...perdón, menos que eso si quiera.

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