Un profesor de lengua y literatura de mi colegio me dijo una vez que una persona culta no era aquella que sabía hablar con palabras extravagantes, propias del nivel más "fino" o aristocrático de la sociedad, haciendo que sonasen de manera rimbombante desconocidas para la mayor parte de los oyentes. Una persona culta era aquella que sabía adaptarse a varios registros del lenguaje sin importar cuales fueran.
¿Por qué digo esto? No tengo ni la más mínima idea. Quizás sea porque son las 3:12 de la madrugada y no sé cómo orientar este texto: ¿lo intento hacer ingenioso o me expreso al estilo "Ghetto-Bronx"? Lo último. Y es que a veces "el registro" no pasa por otra cosa que ésta: saber que palabras usar, aunque todas entendibles, acorde a lo que se quiere contar.
Y no me hagas caso: me duele la cabeza.
Tardará algo de tiempo hasta que me vaya a dormir o al menos lo intente. Fue un día para olvidar: algún que otro cliente pudo haberse tragado sus fotos de carnet crudas y los niños venían con fuerzas, burros y con berrinches. Para colmo, el dolor de cabeza ha sabido darme su mejor abrazo en la tarde de hoy. Solo no he estado, desde luego. Y aún ahora, bajo esta lluvia resentida que se estrella contra el suelo rabiosa, no desaparece. Se alivia por momentos tras abrir la ventana y sentarme sobre la mesa. Enciendo la cámara y me pongo a grabar las gotas suicidas. Con algo de suerte capturaría miprimer rayo. El viento es suave y relaja:eso hace despejar las ideas.
No es coincidencia que esté despierto. Esta noche casi me hace sentir afortunado. Me recuerda que las ideas también han llovido últimamente a mi cabeza. Todo apuntado en una agenda cochambrosa verde, símbolo de esperanza. Verde y esperanza...no sé de qué. Pero tuve que dejarla ahí, aparcada junto a ese libro al que tanto aprecio tengo. El único que he conseguido leerme entero tras 9 años, casi 10. Y lo dejo todo a un lado junto a una taza y unos lápices de colores. Tendrán que esperar...
Y para todo hay una primera vez: mi primer rayo capturado. El título de una foto, si es que me da por bautizarla, nunca lo doy por la foto en sí, sino por el escrito que lo acompaña. Hoy es distinto. Os presento: "Mi rayito de caca". Me atrevo a firmarla porque hasta mis engendros lo merecen. Y los quiero como tal.
Aún queda mucha noche y la tormenta ya se ha calmado. Vuelvo a la mesa donde dejé el libro y las pinturas. Bebo de la taza y la vuelvo a apoyar sobre la mesa. "Mañana te recojo" es lo que la digo mientras voy a dejar el libro en su estantería. Encima de él deposito las pinturas para acordarme de lo que tendré que hacer mañana por la noche. Apago la luz y las dejo intimidar mientras me alejo.
Enciendo el ordenador, inserto la tarjeta SD y descargo la primer imagen de mi futuro libro: "Obras engendras Volumen I". Mientras el Photoshop se abre para firmarla, el bloc de notas bosteza, preparándose para su función.
Empiezo a escribir...las 3:31 A.M.
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