sábado, 13 de junio de 2015

ESPERA ENTRE RAYAS



   Nunca he reparado, de verdad que no, en la de mierda que tiene este suelo.

   La hora de espera puede ser muy pesada a veces. Adormezco el culo en la hierba que no se deja ver, aplastándola sin compasión. Así es, que cuando esa chica que me hace andar una larga distancia hacia el metro sale del trabajo, sólo ese matojo verde sabe donde me senté.

   21 rayas que nos dirigen y redirigen. La "alfombra roja" de muchos de nosotros que nos invita a entrar y nos salva al salir. Y es que a veces el edificio ahoga como una prisión y si no, ¿por qué iban a estar esos barrotes ahí?

   Los atardeceres de verano son algo desconocido en este abandonado rincón. Muchos se maravillan a diario ante el esplendor que ofrece pero pocos, muy pocos...¡bah! ¡Nadie! Nadie se para a acostarse con el sol hoy día.

   Y todo por esperarla a ella...sigue siendo la culpable.


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